Eternamente jovenes

El instituto empieza a poco a poco ha estar vacio. El verano empieza a invadir todas las clases con su rayos solares en las ventanas. Y a la vez que empieza el verano, me doy cuenta que pasan los años.
Recuerdo el viaje a los volcanes, dónde era la chica rarita que no se quejaba por caminar.
Un año después, era la listilla que sabia sobre todos los monasterios que visitamos y los guias no podian responder a sus preguntas rebuscadas.
Cuando se acabaron los trabajos lejos de casa, tocaba el de acelerar y parar en decimas de segundo. Si. Las montañas rusas. Entonces era la chica con miedo a las alturas.
El ultimo fue el de la gran periodista. Ya que no solo hize mi trabajo sino que también todo lo demás. Es decir, más prinagada que otra cosa.

Puede que los titulos de chica rara, sabelotodo, miedosa a las alturas (nunca llevo tacones) y la que pringa en el grupo, hicieran perderme el titulo de reina o princesa del año. Tampoco hablé el dia que recibi mi graduado.

A todo esto los libros lo excusan con que es el instituto el unico sitio donde puedes sentirte así. Donde es una etapa que puede llegar a sentirte sola, pero que eso pasa.
Creo que no es solo es el instituto. Se que seguiran ocurriendo cosas así más y más adelante. La diferencia es que tendremos una arma, la experiencia.

CHICA RARA