dimarts, 17 de juny del 2008

La petite amelie de saint vicenç

Es que lo que más me gusta de mi, es que no estoy para nada cuerda.

Hoy me ha entrado las ganas de repartir sorpresas, convertidas en emociones plasmadas. Me he sentado en el bar donde sé que voy a pasar muchas horas este verano, y empezado a escribir.
Cuando las he tenido todas, he dejado cada una en el sitio correcto.
Sabia que no veria la cara, que no veria la sonrisas, ni la cara de "ostia amb l'Alba", peró, me sentía genial, me sentia tan bien.
Que ni yo misma sigo entiendo tanta felicidad.

Debe ser cierto eso de que cuando haces lo que quieres te sientes bien contigo mismo.


Demà sóc tota teva!